Prevención de la enfermedad cardiovascular en la infancia


La modernización trae aparejado un cambio de estilo de vida que tiende al sedentarismo y a la adquisición de hábitos alimentarios poco saludables, con ingesta excesiva de grasas saturadas, azúcares simples y sal. Teniendo en cuenta que la aterogénesis comienza a edades tempranas de la vida, la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles, y entre ellas las cardiovasculares, es un problema prioritario de salud pública (1). La prevención consistirá en implantar políticas de intervención en sectores con diferentes niveles de responsabilidad (gubernamentales, industriales, comunitarios, de educación y sanitarios) en la población general y en grupos considerados de riesgo.

Prevención primaria en niños y adolescentes (2-4)
La conformación de los hábitos se produce en estos períodos de la vida, por lo que el impacto de la promoción de un estilo de vida sano es más eficaz cuando la prevención se inicia tempranamente. Esto se realizará a través de:
alimentación saludable: mediante la educación se logra la adquisición de patrones alimentarios que contemplen factores culturales, socioeconómicos y permitan un buen crecimiento y desarrollo;
hábito de fumar: la meta es no iniciar el tabaquismo, evitar la exposición al humo de tabaco ambiental y el cese del hábito de los que lo han adquirido;
actividad física: es fundamental promover una vida activa evitando el sedentarismo. Se insistirá en que las actividades infantiles se hagan en conjunto con los demás integrantes del núcleo familiar.
El pediatra del primer nivel de atención y todos los que trabajan aplicando la estrategia de atención primaria deben promover y fomentar estilos de vida saludables a través de un enfoque familiar integral como integrantes de un equipo interdisciplinario; efectuar una historia clínica con antecedentes personales y familiares detallados y un examen físico minucioso. De esta manera se identificarán los grupos de riesgo de enfermedad cardiovascular. En los antecedentes familiares se considerarán como relevantes: obesidad, hipertensión, dislipemia, diabetes, tabaquismo, enfermedades cardiovasculares de aparición temprana. En cada control en el examen físico se deberá incluir: talla; peso; índice de masa corporal; presión arterial medida a partir de los tres años, que se valorarán con las tablas percentilares correspondientes.
Teniendo en cuenta la influencia de los padres en la adquisición de hábitos y patrones de alimentación, es fundamental que el pediatra tratante les imparta en la consulta normas alimentarias adecuadas, se promueva la lactancia materna y la introducción de alimentos sólidos en los tiempos considerados mas apropiados.
Hábito o estilo de vida saludable (5-7)
Alimentación
La alimentación rica en grasas y sodio y pobre en fibras se considera un factor de riesgo de enfermedades metabólicas.
Los hábitos alimentarios son incorporados en la niñez y perduran en la edad adulta, y se determinan por las costumbres familiares que dependen de factores variados.
Una alimentación balanceada en la infancia, contemplando las necesidades energéticas y de nutrientes según la edad, permitirá un correcto crecimiento y desarrollo sin incurrir en excesos ni déficit.
ALIMENTACIÓN PARA NIÑOS SANOS DE 0 A 2 AÑOS
Pauta de alimentación de la SUP (6)
ALIMENTACIÓN PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES SANOS
Objetivos
- Promover hábitos alimentarios saludables.
- Mantener el crecimiento y el desarrollo normales.
- Prevenir la aparición de patologías asociadas a inadecuados hábitos alimentarios.
Cálculo de requerimiento energético: recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 1985 ratificadas por las Recommended Dietary Allowances (RDA) 1989.
Distribución calórica diaria por macronutrientes y recomendaciones de otros nutrientes relacionados con la aterosclerosis: recomendaciones de la OMS 1985 ratificadas por DRA en 1989.
En preescolares y escolares:
hidratos de carbono: 50-60% del valor calórico total (VCT), los azúcares refinados no deben exceder el 10%;
proteínas: 10-15% del VCT;
grasas: 30–35% del VCT. Ácidos grasos saturados (AGS) 10%, ácidos grasos monoinsaturados (AGM) 10%, y ácidos grasos poliinsaturados (AGP) 10%. Relación Omega 3-6 de 5/1 a 10/1. Colesterol 300 mg.
Fibra: se recomienda el uso de la fórmula 5 g más edad por día (como máximo 10 g más edad).
Necesidades mínimas de sodio: 300-500 mg. Recomendación máxima: 5 g de NaCl por día (2 g de sodio).

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